Esta carta fue publicada en el foro de discusión del diario El País de España, con relación al tema convocante "crisis en la Argentina".
BERNAR
SANCHEZ (16-01-2002)
Respuesta a español cansado, n° 699
Como español que soy, me avergüenza comprobar como existe gente entre mis compatriotas que aún presos de una desinformación total, y sin conocimiento alguno que pueda fundamentar sus argumentos, tomen la iniciativa de escribir algo acerca de lo que no conocen. Según he aprendido, antes de dar curso a una opinión es bueno tener una serie de conocimientos previos para poder fundamentar en forma coherente lo que se desea sostener.
El señor, Ramón Ares García, que ha hecho esfuerzos sobrehumanos para no caer en las garras de la inteligencia, opina que "nuestras" empresas españolas han invertido cifras millonarias en Argentina para reflotar empresas al borde de la quiebra.
En uno de mis viajes en ese país, he tenido la oportunidad de observar los contratos mediante los cuales fueron privatizadas esas empresas. Para mi sorpresa, esas "multimillonarias inversiones" de las que este señor habla, no existen. Las triquiñuelas legales existentes en esos contratos, prácticamente regalaban las empresas, que contaban con activos en su momento, supongo que a la sombra de jugosos sobornos... Si alguien dice que los gobernantes argentinos han sido corruptos, cosa con la que estoy de acuerdo, no menos corruptos han sido los compradores españoles, ya que para que haya corrupción se necesita tanto de un lado como del otro. Si por esas casualidades alguien dice que cada uno tiene derecho a hacer lo que le conviene, es decir, estafar a todo un pueblo porque su gobierno es corrupto, porque simplemente se dedicó a hacer cosas plenamente contrarias a lo que difundió en su campaña, entonces mediante este razonamiento salgamos a la calle a robar a los paralíticos, total... no nos pueden perseguir... sólo que pienso que esto no está muy de acuerdo con la ética. Como he dicho en mi carta anterior, he comprobado como las empresas españolas cobran tarifas tres o cuatro veces más de lo que cobran en nuestro país, como han deprimido el mercado de trabajo bajando sueldos y aumentando las jornadas de los trabajadores, y sobre todas las cosas, como han despedido a gran cantidad de gente, es decir que no crearon ningún puesto de trabajo, sólo los minimizaron.
Este mismo señor dice si se creen los argentinos que vamos a cargar
con un país en bancarrota... curioso comentario, después de
haber sido ellos luego de la guerra civil española, el UNICO país
que no hizo bloqueo a España, como si lo hicieron el resto de países
europeos y del mundo. Parece que al señor Ares García se le
ha subido la soberbia a la cabeza, y como colmo de los colmos, escribe sin
haberse tomado el trabajo de informarse con anterioridad. Si hubiera hecho
esto, se hubiera enterado de que empresas como Aerolíneas Argentinas
que contaba con activos de suma importancia, fue vaciada por Iberia para
hacer de ella una empresa cuyas acciones pudieran ser vendibles en los años
futuros, pues por orden de la comunidad europea reunida en Bruselas, Iberia
tenía que privatizarse y era imposible hacerlo en el estado que se
encontraba. Lo mismo hicieron con la venezolana Viasa... y con la sangre
de estas, Iberia pudo por fin llegar a una privatización lógica.
También difiero con lo que sostiene acerca de los españoles que emigraron a la Argentina sólo porque había trabajo. Debería recordar este buen señor, que no sólo se trataba de que había trabajo allí, sino de que había hambre aquí, nadie se va de su país si puede vivir en él dignamente
Reitero que volveré allí a fin de mes, y que esta vez buscaré con más detenimiento más información, ya que los medios aquí publican sólo una parte de la historia, pero jamás se ocupan de su vergonzoso origen.
Sé que seré bien recibido como siempre, porque aunque no tengo familia allí, como decía Borges, es un sitio en el cual se hace un culto de la amistad.
Con respecto a usted señor, si realmente desea ayudar a su familia o a quien sea, trate antes de informarse mejor para no decir tonterías. Y no olvide que los políticos de aquí, de allí o de cualquier parte, son los títeres que deben resguardar a las multinacionales que desembolsaron jugosas sumas para que su campaña fuera llevada con éxito en el período electoral. Y que muchas empresas que se dicen de capital español, como es el caso de Telefónica, son en realidad de capitales extranjeros en su porcentaje accionarial mayoritario. El 80% de Telefónica no es de capital español para que lo sepa.
Deseo con sinceridad que el pueblo argentino pueda sortear este escollo.