Douglas
Tompkins ya compró una gran porción del sur de Chile. Ahora
quiere iniciar la compra de una parte de la Patagonia, y dice que controlará
el 10% en 10 años invirtiendo US$ 100 millones. Si lograra comunicar
sus tierras en Chile con las de la Argentina, lo suyo resultaría
casi un país propio...
Tompkins comenzó a ejecutar su plan filántropo-ambientalista
al adquirir las estancias Monte León, Dor-Aike, Sol de Mayo y El
Rincón, en la provincia de Santa Cruz.
Tompkins compró ya 147.000 hectáreas en la provincia de Santa
Cruz en nombre de la fundación The Patagonia Land Trust (PLT).
El hombre de negocios - filántropo, domina el 21% del territorio
de la provincia de Palena, en la Patagonia chilena. Y los informes de su
fundación a los que accedió el diario El Patagónico,
de Comodoro Rivadavia, Chubut, indican el 10% en 10 años ya mencionado.
"La región de Patagonia de Chile y Argentina abarca aproximadamente
220 millones de acres, de los que menos del 5% está en cualquier
clase de estado protegido. El objetivo de PLT es aumentar el área
protegida en al menos el 10% de la región de Patagonia, o 22 millones
de acres. Alcanzar nuestro objetivo estimamos que nos costará al
menos US$ 100 millones de dólares durante los 10 próximos
años, dicen en The Patagonia Land Trust.
Veintidós millones de acres equivalen a 8.910.000 hectáreas.
Esto equivale al 36,5% de la provincia más grande de la Patagonia
argentina: la de Santa Cruz.
Hasta ahora sus dominios en la Patagonia argentino-chilena suman 471.000
hectáreas. Los territorios restantes -unas 8.439.000 hectáreas-
piensan adquirirlos a US$ e 11,85 cada hectárea, unos $ 40 si se
considera un tipo de cambio de $ 3,4.
Cuando a los operadores de Tompkins se les consulta sobre las virtudes o
desventajas que la situación económica de la Argentina representa
para sus inversiones, ellos responden que "las dificultades económicas
en Argentina
presentan una oportunidad para The Patagonia Land Trust, no una amenaza.
Los precios de la tierra están absolutamente bajos y numerosos terratenientes
han pedido a esta fundación que compre sus tierras".
Pero lo más temible del caso es el remate que eligieron para su respuesta:
"Otros compradores también buscan comprar grandes extensiones
de tierra en Patagonia para el desarrollo del aceite, la minería,
la subdivisión, o para la especulación".