LA JUSTICIA SUIZA, PRONTA A INFORMAR SOBRE LA CUENTA DE MENEM
Cuenta
regresiva en el reloj cucú Según Ocaña, el gobierno
suizo dará a conocer la existencia de una millonaria cuenta del ex
presidente, cuando terminen las vacaciones europeas. Si eso ocurriera, se
probaría una nueva falsedad de Menem. La Oficina Anticorrupción
ya lo denunció penalmente.
Graciela Ocaña, la diputada del ARI que investiga junto a Carrió
y Gutiérrez las rutas del dinero.
Por Raúl Kollmann
El gobierno suizo hizo
saber ayer que en pocos días más se informará oficialmente
a la Justicia argentina que Carlos Menem tiene una segunda cuenta bancaria
en Suiza, abierta en 1996, a nombre de una sociedad en la que tienen firma
el ex presidente y su ex secretario privado, Ramón Hernández.
Así se lo hicieron saber fuentes del gobierno suizo a la diputada
del ARI, Graciela Ocaña, quien junto a los diputados Elisa Carrió
(ARI) y Gustavo Gutiérrez (demócrata) vienen aportando datos
y documentación sobre el enriquecimiento ilícito del ex presidente
y la ruta del dinero en el caso de la venta ilegal de armas. La Justicia
suiza ya había confirmado la existencia de una primera cuenta, en
la Unión de Bancos Suizos, de 650.000 dólares. Ahora revelaría
oficialmente la existencia de la segunda cuenta que, según le dijeron
en forma textual a Ocaña, “tiene depósitos de (algo)
menos de 10 millones de dólares”. Después de negar reiteradamente
que tuviera cuentas en el exterior, Menem reconoció esta semana que
tiene una en Suiza, confesando así que mintió en todas sus
declaraciones juradas. Habrá que ver su respuesta cuando venga esta
segunda confirmación.
El nivel de vida de Menem siempre resultó inexplicable, a tal punto
que ni sus propias declaraciones juradas cierran. La AFIP, por ejemplo,
busca explicación a algunos de sus incrementos patrimoniales, entre
ellos uno de 900.000 dólares. Algo parecido sucede con su ex secretario,
Ramón Hernández, quien pasó de ser un suboficial a
vivir actualmente en el Alvear Palace Hotel.
Una clave parece estar en los fondos ocultos en el exterior. “En octubre
del año pasado conseguí la confirmación de la existencia
de dos cuentas en las que figuraba Menem (ver facsímil). Respecto
de la de 650.000 dólares obtuvimos datos concretos, pero el ex presidente
negaba todo y la justicia no hizo nada. Yo le insistí a la Oficina
Anticorrupción que debía actuar, pero tampoco se pusieron
en marcha. Ahora, a raíz del escándalo del caso AMIA, el propio
Menem terminó reconociendo que tiene la cuenta y espero que ahora
sí hagan algo”, señaló Ocaña a Página/12.
Al mismo tiempo, la legisladora del ARI le adelantó a este diario
que, según le hizo saber el gobierno suizo, cuando terminen las vacaciones
del verano europeo, se enviará a la Argentina una segunda confirmación
respecto de la cuenta en la que hay cerca de 10 millones de dólares.
Esas vacaciones terminan a fin de mes, por lo cual se espera que en las
próximas dos semanas se haga la comunicación oficial. “Menem
designó un abogado en Suiza, Pascal Maurer, para impedir desesperadamente
que se levante el secreto bancario. Hasta el momento, el tema fue tomado
por los suizos con la máxima seriedad e incluso está interviniendo
la justicia federal de ese país, por lo cual tengo toda la expectativa
de que la información oficial llegará pronto”.
Por la fecha de apertura, los fondos en esa segunda cuenta no podrían
ser los que menciona el testigo C, el arrepentido iraní que aduce
que Teherán le pagó diez millones de dólares a Menem
para tapar las acusaciones contra Irán en relación con los
atentados de Buenos Aires. C sostiene textualmente que “en un banco
suizo denominado Banco de Luxemburgo, que está en Ginebra, se depositaron
diez millones de dólares a nombre de un número de cuenta que
Menem había indicado. Que este tema del dinero había sido
conversado entre Azizi y el enviado de Menem. Que en esa época, el
declarante utilizaba una cuenta para pagarles a sus informantes en Europa.
Recuerda que por utilizar esa cuenta supo que seis o siete meses después
de ocurrido el primer atentado en Argentina, se utilizó la cuenta
para pagarle a Menem”. O sea que si se toma literalmente lo dicho
por C el pago de diez millones se habría hecho en septiembre u octubre
de 1992, siete meses después del atentado contra la Embajada de Israel
y unoscuatro años antes de que se abriera la cuenta Menem-Ramón
Hernández, cuya existencia ahora va a confirmar Suiza. Además,
está el problema de que no queda claro si el pago fue para tapar
la acusación por la Embajada de Israel o por la AMIA.
En todo esto hay bastante confusión: por un lado, tal como evaluó
Página/12, todavía debe probarse la credibilidad de C y una
de las formas es que Suiza le conteste también al juez Galeano sobre
si existió o no un depósito en el Banco de Luxemburgo, sucursal
Ginebra. Por otro lado, es necesario chequear las traducciones y, sobre
todo, tomarle una declaración a C delante de todas las partes y no
únicamente el juez, los fiscales y la DAIA, como ocurrió en
las dos oportunidades anteriores.
Lo más concreto es que Menem ya confesó que mintió
respecto de la cuenta de 650.000 dólares. Eso solo debería
poner en marcha a la estructura judicial para imputar al ex jefe de Estado
por varios delitos. Si, como señala Ocaña, se confirma también
la segunda cuenta, la situación de Menem como candidato sería
insostenible.