Ciudadanos, vecinos, compatriotas:
Cuando preguntamos a cualquier persona: “¿que ve en el escenario de la política?”, invariablemente se nos describe una telaraña sucia de matufias y entuertos tejida por los actores que acaparan el escenario: los malditos corruptos de siempre.
La tía Julieta, con la inmensa sabiduría de sus años, nos hizo notar: “¡Claro, si eso es lo que los malditos quieren!; monopolizar el escenario; golpear arteramente y quitar del medio a quien ose querer honestamente participar.
“¿Cómo va la Gente a votar otra cosa, si son los únicos actores que se nos permite ver?”.... Ella percibió que involuntariamente somos cómplices de los malditos, pues los promovemos al prestarles tanta de atención. Grabemos sus nombres en granito primero, para asegurarnos que su traición a la Patria sea castigada inexorablemente. Luego, olvidémonos de que existen. Nunca... (¡¡nunca!!) más un nombre de ellos debe entrar en nuestra intención de voto. Como si hubiesen muerto (Tata Dios... ¿escuchas?). Tal como sugerimos en nuestro comentario de ayer, y en uso de nuestro derecho de defensa propia, elija y focalice en un solo maldito para denunciar sus fechorías, pero miremos al resto de los actores nuevos, ayudémolos a encaramarse y permanecer en el escenario
Dejemos que Menem, Reutemann, Carrio, Ibarra, Zamora... etc, se rompan sus cuernos entre ellos: han muerto políticamente para el Pueblo. Nunca votaremos por ninguna lista que lleve sus nombres. Pongamos en cambio nuestra atención en la nueva Gente que llega a la Política impulsada por el afán de servicio. Es nuestro deber conocerlos, incentivarlos cuando merezcan aplausos, interesarnos por sus ideas y sus aptitudes.
El MCA adoptará esta estrategia. Dejaremos de nombrar a los malditos... ya todos sabemos quienes son; no se salva ninguno; todos, por acción u omisión son causantes o cómplices del daño irreparable que continúan haciendo al País.
Pretendemos traer la luz hacia las figuras que nacen... hacia nuestra esperanza. Pediremos aclaración sobre sus ideas, sus principios y ética. Pediremos que definan que van a hacer. Veremos que garantías ofrecen de que entregarán los cambios que prometan, y pretendemos continuar siendo, como el tero, un vivaz y ferviente denunciador de cualquier desvío de las promesas hechas, y de la ética que deberá prevalecer en nuestros gobernantes.
De esta manera, el MCA aportará nuestro esfuerzo a servir nuestro Pueblo en su lucha por la reconquista de Argentina.
MCA